Proponemos avanzar hacia una identificación varietal precisa, aunque esto requiera mayor esfuerzo de documentación y educación. El sector cafetalero de Etiopía está evolucionando, con instituciones de investigación como el Centro de Investigación Agrícola de Jimma (JARC) desarrollando variedades mejoradas para mejorar la resiliencia y la calidad. Además de herramientas como la huella genética y el mapeo varietal regional, ya en uso por algunos exportadores. Este cambio permitirá a tostadores destacar perfiles de sabor únicos, por ejemplo, las delicadas notas florales de un Welisho frente a la complejidad cítrica de un Dega, a la vez honran la herencia del café etíope con precisión.
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