Algunos granos defectuosos pueden ser detectados más fácilmente cuando el pergamino está ligeramente transparente con la humedad. Es una oportunidad más para eliminar granos verdes inmaduros, flotadores, quakers, granos con antracnosis y café dañado por insectos que pueden resultar en el terrible defecto del "sabor a patata", tan indeseablemente célebre en Burundi, Rwanda y Congo.
También, la introducción lenta del aire primero y después del sol en el proceso de secado, ayuda a mantener el pergamino intacto y sin grietas. Si pensamos que el pergamino es una pequeña capa protectora que protege al grano de un choque violento de calor, el secado inicial en una cama elevada y en sombra, ayuda a que estos cambios moleculares internos sean lentos y progresivos.