Gasharu Coffee es una empresa familiar que ha estado cultivando café durante generaciones. La región de Gasharu, ubicada en la provincia occidental de Ruanda, cerca del lago Kivu, es ideal para el cultivo de café debido a su rico suelo volcánico, grandes altitudes y clima favorable. La familia detrás de Gasharu Coffee ha aprovechado estas ventajas naturales para producir algunos de los mejores cafés de especialidad de Ruanda.
Gasharu Coffee es un productor de café de especialidad ubicado en el sur de Ruanda, que ha ganado una reputación en el mundo del café de especialidad por sus granos de alta calidad y su compromiso con la sustentabilidad y el desarrollo comunitario. Historia y antecedentes
Gasharu Coffee es una empresa familiar que ha estado cultivando café durante generaciones. La región de Gasharu, ubicada en la provincia occidental de Ruanda, cerca del lago Kivu, es ideal para el cultivo de café debido a su rico suelo volcánico, grandes altitudes y clima favorable. La familia detrás de Gasharu Coffee ha aprovechado estas ventajas naturales para producir algunos de los mejores cafés de especialidad de Ruanda.
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Al comenzar este 2024, nos encontramos con que nuestra planificación de compras se ve empañada por la incertidumbre y la duda. Como sabrán, el nuevo Reglamento sobre deforestación de la UE (EUDR) exige que las empresas que comercializan café y otras materias primas como ganado, cacao, palma aceitera, caucho, soja y madera, así como productos derivados de estos, lleven a cabo una extensa diligencia en la cadena de valor para garantizar que los bienes no sean el resultado de deforestación reciente, degradación forestal o violaciones de las leyes ambientales locales. Las empresas importadoras europeas deberán prepararse para las nuevas obligaciones que se aplicarán a partir del 30 de diciembre de 2024. Desde la perspectiva del importador, el EUDR exigirá que las empresas mapeen digitalmente sus cadenas de suministro hasta las fincas donde se cultivó el café, lo que podría implicar el seguimiento de miles de pequeñas fincas en regiones remotas. Esto obviamente es imposible de llevar a cabo, porque los importadores no visitamos directamente a todos los pequeños productores con los que trabajamos y dependemos en parte de los datos proporcionados por exportadores o intermediarios locales, algunos de los cuales tampoco tratan directamente con los caficultores.
Es una pregunta que nos hacen a menudo, sobre todo cuando llegan cafés populares como Etiopía o Kenia. Aunque el proceso logístico no es difícil en sí, implica tantos pasos que esto, lo hace complicado. Por lo tanto, requiere una planificación y coordinación adecuadas. En cada uno de estos pasos existe el riesgo de que la calidad del café se vea afectada si algo sale ligeramente mal. Como sabemos, la calidad del café viene determinada por la calidad de la cosecha, es decir, lo madura que está la cereza cuando se desprende del cafeto. Este es el punto máximo de calidad en la cadena de producción; después, todo es deterioro o, en el mejor de los casos, mantenimiento. La tarea de llevar el café de la planta a la torrefacción es lo que llamamos logística del café. Es un proceso que consta de tres etapas principales: producción, preparación y exportación/distribución. Cada una de estas etapas contiene una serie de subetapas o tareas que son llevadas a cabo por un gran número de personas y/o maquinaria. También es importante tener en cuenta que hay que cumplir una serie de normas y reglamentos aduaneros, legales y sanitarios. Además, en nuestro papel de importadores o compradores de café verde, debemos asegurarnos de que se cumplen las normas de calidad más exigentes en cada una de estas etapas.
Durante los primeros días de nuestra civilización, en el lugar donde hoy se encuentra Etiopía, las tribus locales solían consumir el café tostando la cereza entera hasta quemarla. Luego, la cereza carbonizada se añadía a un brebaje de leche con mantequilla de vaca o cabra. Resultaba una bebida de sabor intenso, rico en proteínas y nutritiva que se consume hasta el día de hoy en algunas zonas, como Guji. Yo recientemente tuve la oportunidad de probarlo y honestamente no me gustó. La textura y el sabor de la leche con la mantequilla más la cereza quemada no son una buena mezcla para mi concepción del sabor, pero como fui invitado a la casa de una familia de productores muy tradicionales, en Etiopía es mal visto rechazar lo que a uno le ofrecen, y tuve que beberlo de todos modos. Me ofrecieron repetir, pero ese segundo vaso sí que lo rechacé porque ya no podía más. Como sabemos, Etiopía es la cuna de la especie arábica y el lugar donde comienza la historia y la cultura del café en el mundo. El método de procesamiento natural es la forma más antigua de procesar café, y también nace en Etiopía, luego se implementa en Yemen y se expande en todo el mundo. Antes de que alguien inventara el método lavado, que por cierto nadie sabe quién ni cuándo se creó, todo el café se procesaba con el método natural. En Etiopia llevan siglos produciendo cafés naturales y al día de hoy, en menor medida que los cafés lavados. Pero debido al cambio climático y la desertificación que está sufriendo Etiopía y muchas otras zonas productoras del mundo, se proyecta que los cafés naturales volverán a ganar relevancia.
Cuando ya hemos seleccionado nuestros nuevos lotes de Etiopía y hemos firmado el contrato con todas las especificaciones de la importación (o exportación en el caso del productor), ¿qué más debe pasar para que los cafés lleguen a nuestro almacén en Barcelona? El café necesita pasar por una etapa muy importante de la cadena productiva denominada “Beneficio Seco”, este proceso incluye el descascarillado, varios tipos de clasificación, y finalmente el empaque y carga en el contenedor. A continuación veremos en detalle cada una de estas etapas: 1. Trillado: Uno de esos esenciales pasos en la elaboración del café y que consta de la “liberación” del grano de su envoltura o pergamino. Esto se hace a través de máquinas trilladoras que usan el roce y la presión para realizar su cometido.
No te vamos a contar que en Etiopía todo es miel sobre hojuelas, que todo va perfecto, que los caficultores son felices, ni que el futuro es brillante, porque ciertamente no es verdad. Si bien ha habido mejoras en la situación humanitaria provocada por la guerra; la situación económica y climática solo empeoran. Las temperaturas están aumentando y las precipitaciones disminuyendo en un patrón que podría provocar una caída en la producción de 25% al año 2030, y la inflación golpea fuerte alcanzando un 34% anual en diciembre recién pasado. ![]() Para un importador de café, creo que todos compartimos la misma opinión, Etiopía es el origen más desafiante, pero al mismo tiempo el más gratificante en términos de experiencia de viaje y calidad del café. La calidad es parte de lo establecido, desde una perspectiva genética y de terroir siempre se espera que Etiopía perfiles de taza únicos, complejos e intensos, pero existen problemas relacionados con la intervención humana que no permiten hacer realidad estas altas expectativas.
El café se ha transado con fines comerciales por 400 años. Desde ahí, se ha esparcido en aproximadamente 70 países donde se cultiva actualmente. Los holandeses fueron quienes comenzaron a establecer economías de escala en torno a la producción y exportación del café. Más tarde, ellos mismos, cultivaron café en Java y Ceilán (hoy Sri Lanka). Las primeras exportaciones desde Java a los Países Bajos se produjeron en 1711, y la Compañía Holandesa de las Indias Orientales fue la primera corporación multinacional de la historia y la primera en importar café a gran escala. Durante estos cuatro siglos, se ha generado un patrón de comportamiento neo-feudal, que ha obligado a pequeños caficultores a encadenarse en relaciones ultra dependientes con grandes dueños de tierra o multinacionales, que han provocado ganancias multimillonarias para las grandes empresas, además de concentración de tierras, marginalización y esclavitud. Ha sido así como este modelo de negocios se ha perpetuado hasta el día de hoy.
A menudo pensamos que no se habla lo suficiente de Burundi en la industria del café de especialidad, y en Kilimanjaro Specialty Coffees queremos cambiar esa idea y darle a este maravilloso país y origen, que produce algunos de los mejores cafés del mundo, el lugar que se merece, en el podio africano junto a Kenia y Etiopía. Uno de los países más pequeños de África, Burundi no tiene salida al mar y tiene un clima ecuatorial. Burundi se ubica sobre el Albertine Rift, la extensión occidental del Rift de África Oriental. Esto es importante porque los suelos del Gran Valle del Rift son volcánicos y muy fértiles. Sus zonas de cultivo se caracterizan por producir una taza de intensa acidez fosfórica, gran cuerpo con algunos matices afrutados y un sabor complejo.
Se señala frecuentemente que los cafés de Kenia son los mejores cafés del mundo. También, que su perfil de taza es único y que se debe encontrar siempre dentro de ciertos parámetros (cassis, berries, winey, juicy), o de otra manera, no sería un buen ejemplo de un buen café de Kenia. Al parecer la industria tiene preconcepciones definidas sobre lo que es un buen café, y que sabores de deben obtener desde un determinado origen; como si la producción de cafés fuera una fórmula exacta, similar a una fábrica altamente eficiente donde se generan economías de escala y desde donde se obtiene siempre el mismo resultado.
La buena noticia sobre Uganda es que existe un gran potencial. Probablemente haya escuchado esto muchas veces, y estoy seguro de que nadie que lea este artículo, ha catado nunca un lote excepcional de Uganda.
Entonces, ¿dónde está todo ese potencial cuando se analizan muestras en la mesa de cata? |
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February 2025
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