Sería ideal que los cafés se flotaran en agua al llegar a la estación de lavado/secado, pero esto tampoco se realiza debido al gran volumen de cereza que se recibe en un periodo muy corto de tiempo. La selección, se debe hacer a mano, con la dificultad de que el ojo humano no es capaz de captar diferencias sutiles en el color o la textura de la cereza, con lo cual se incurre en la posibilidad de encontrar defectos en taza y quakers. Pero como todos los procesos son perfectibles debemos entregar la retroalimentación necesaria a los productores para que puedan implementar las soluciones factibles para producir más y mejores cafés año tras año.
Disfruta de los naturales etíopes.