
Hemos asistido a festivales de café en cuatro continentes y, sin importar la ubicación, la experiencia suele ser la misma: una celebración de competencias, máquinas y cultura cafetera que se siente muy desconectada de quienes cultivan los granos. A la industria le encanta hablar de "origen", pero en estos festivales, el origen se reduce a un stand en el rincón menos codiciado de la feria que nadie visita. ![]() En lugar de equilibrar la diferencias, los festivales de café tienden a reforzar el desequilibrio más perjudicial de la industria: quienes están en la cima de la cadena de suministro son los protagonistas, mientras que quienes están en la base son marginados o completamente ignorados. Constantemente vemos a tostadores, baristas e influencers publicar un sinfín de selfies, pero nunca a los propios productores. Lo que falta no es solo representación, sino respeto. Los festivales rara vez invierten en traer a los caficultores, ofrecer servicios de traducción o crear espacios para un diálogo real sobre los desafíos en origen.
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El Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR) está transformando el comercio mundial del café. Promulgado para reducir la contribución de la UE a la deforestación mundial, este reglamento exige que las materias primas que entran o salen del mercado de la UE estén libres de deforestación, lo que significa que no pueden provenir de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020. Sin embargo, los estrictos requisitos del reglamento, que incluyen trazabilidad detallada y geolocalización, plantean importantes desafíos tecnológicos para los países en desarrollo, donde los pequeños agricultores dominan la producción. Muchos pequeños agricultores carecen de la infraestructura tecnológica y los recursos necesarios para cumplir con los requisitos de trazabilidad de la UE. En algunas zonas productoras de café de Etiopía y Burundi, por ejemplo, el acceso a internet es escaso o nulo, lo que los expone a la exclusión de uno de los mercados más grandes del mundo. Además, los importadores están acumulando café para evitar interrupciones, lo que podría disparar los precios y saturar las cadenas de suministro globales a medida que el reglamento se acerca a su plena implementación en diciembre de 2025.
Gasharu Coffee es un productor de café de especialidad ubicado en el sur de Ruanda, que ha ganado una reputación en el mundo del café de especialidad por sus granos de alta calidad y su compromiso con la sustentabilidad y el desarrollo comunitario. Historia y antecedentes
Gasharu Coffee es una empresa familiar que ha estado cultivando café durante generaciones. La región de Gasharu, ubicada en la provincia occidental de Ruanda, cerca del lago Kivu, es ideal para el cultivo de café debido a su rico suelo volcánico, grandes altitudes y clima favorable. La familia detrás de Gasharu Coffee ha aprovechado estas ventajas naturales para producir algunos de los mejores cafés de especialidad de Ruanda. Al comenzar este 2024, nos encontramos con que nuestra planificación de compras se ve empañada por la incertidumbre y la duda. Como sabrán, el nuevo Reglamento sobre deforestación de la UE (EUDR) exige que las empresas que comercializan café y otras materias primas como ganado, cacao, palma aceitera, caucho, soja y madera, así como productos derivados de estos, lleven a cabo una extensa diligencia en la cadena de valor para garantizar que los bienes no sean el resultado de deforestación reciente, degradación forestal o violaciones de las leyes ambientales locales. Las empresas importadoras europeas deberán prepararse para las nuevas obligaciones que se aplicarán a partir del 30 de diciembre de 2024. Desde la perspectiva del importador, el EUDR exigirá que las empresas mapeen digitalmente sus cadenas de suministro hasta las fincas donde se cultivó el café, lo que podría implicar el seguimiento de miles de pequeñas fincas en regiones remotas. Esto obviamente es imposible de llevar a cabo, porque los importadores no visitamos directamente a todos los pequeños productores con los que trabajamos y dependemos en parte de los datos proporcionados por exportadores o intermediarios locales, algunos de los cuales tampoco tratan directamente con los caficultores.
Burundi es un país ideal para la producción de café arábica de alta calidad, que podría generar ingresos sólidos y recurrentes para miles de familias de agricultores. Una altitud promedio de entre 1.500 y 2.000 metros, abundantes precipitaciones y un bioma de sabana tropical se combinan para crear unas condiciones de cultivo excepcionales, donde el café representa el 80% de las exportaciones del país. A pesar de ello, el sector cafetero burundés se enfrenta a numerosos retos. La mala salud de los suelos y el mantenimiento inadecuado de los cafetos se traducen en rendimientos bajos e irregulares. La producción también se ve amenazada por el cambio climático, que aumenta la frecuencia tanto de las sequías como de las lluvias torrenciales, con el consiguiente aumento de la erosión del suelo. Mientras tanto, las malas prácticas de procesamiento reducen la calidad y el precio de gran parte del café de Burundi, y el engorroso entorno empresarial y político del país lo hace menos atractivo para los exportadores mundiales.
Para la industria del café de especialidad las certificaciones son como la segunda ola del café, pasaron de moda! Ya no cumplen con su propósito, y esto se da porque las necesidades de los consumidores han cambiado y se han hecho más diversas y complejas. Qué amante del café de especialidad quiere tomar un café amargo en Starbucks, si perfectamente puede tomar un afrutado Kenia tostado ligeramente en una cafetería independiente? Este fenómeno también ocurre a nivel de finca. Por ejemplo, el caficultor ya no quiere los 0.2 USD/LB que le ofrece Fair Trade, sino que quiere un trato directo y ético con el importador de microlotes que le pagará 4 USD/LB o más. También pagar por la inspección de cafés orgánicos ha perdido el sentido, con el cambio climático hay zonas de cultivo donde no llueve por meses/años, y el caficultor debe utilizar fertilizantes químicos, de otra manera pierde la cosecha.
Los precios del café se han disparado por varios motivos. Entre ellos, la baja producción debido al cambio climático, los problemas logísticos de la pandemia, la inflación generalizada y la guerra en Ucrania. Esta última ha reducido considerablemente el acceso a insumos como fertilizantes inorgánicos, lo que no solo ha aumentado los costos de producción del café, sino que también ha reducido significativamente el margen de beneficio de los caficultores. ![]() Rusia es el mayor exportador de fertilizantes del mundo, pero su guerra con Ucrania ha interrumpido los envíos y ha hecho subir los precios del gas natural, un ingrediente clave para la fabricación de fertilizantes. El nitrato de amonio y la urea, las dos principales fuentes de fertilizante nitrogenado, son los fertilizantes más utilizados en el mundo. Los precios de los fertilizantes ya se habían más que duplicado en los últimos 18 meses, afectando a los caficultores de diversas latitudes del mundo.
¿Por qué preferirías uno sobre el otro, si solo están separados por un borde imaginario? Un café cultivado en el norte de Burundi tiene exactamente el mismo microclima, varietal, proceso y terruño que uno del sur de Ruanda. No hay más diferencia que el nombre del origen hasta este punto del proceso de producción, aunque hay muchas diferencias en otros varios aspectos. Ambas economías son mayoritariamente agrícolas y se practica una agricultura muy diversificada en todos sus territorios. El café arábica es el principal cultivo comercial y constituye la principal exportación de ambos países. Siendo mucho más importante en términos de ingresos totales de divisas para Burundi que para Ruanda, porque esta última economía está más desarrollada y diversificada.
A menudo pensamos que no se habla lo suficiente de Burundi en la industria del café de especialidad, y en Kilimanjaro Specialty Coffees queremos cambiar esa idea y darle a este maravilloso país y origen, que produce algunos de los mejores cafés del mundo, el lugar que se merece, en el podio africano junto a Kenia y Etiopía. Uno de los países más pequeños de África, Burundi no tiene salida al mar y tiene un clima ecuatorial. Burundi se ubica sobre el Albertine Rift, la extensión occidental del Rift de África Oriental. Esto es importante porque los suelos del Gran Valle del Rift son volcánicos y muy fértiles. Sus zonas de cultivo se caracterizan por producir una taza de intensa acidez fosfórica, gran cuerpo con algunos matices afrutados y un sabor complejo.
La buena noticia sobre Uganda es que existe un gran potencial. Probablemente haya escuchado esto muchas veces, y estoy seguro de que nadie que lea este artículo, ha catado nunca un lote excepcional de Uganda.
Entonces, ¿dónde está todo ese potencial cuando se analizan muestras en la mesa de cata? |
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June 2025
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