Información es poder, como dicen por ahí. Antiguamente la decisión de compra en cualquier transacción estaba basada en la comparación del precio final de un mismo producto (commodity) ofertado por varios competidores. Estos competidores eran muy reticentes a entregar sus listas de precios, y los consumidores pasaban largas horas recolectando esas listas para poder decidir a quien le comprarían. Pero el mundo cambió, hoy con un solo click podemos comparar los precios de un número ilimitado de proveedores, por lo que las listas de precios han pasado a ser un bien de uso público más que un elemento de estratégico de negociación.
Hoy lo que prima en el mundo, es el valor y no el precio. Trabajamos arduamente por agregar valor al café. El problema de no agregar valor radica en que cuando tu producto no se diferencia del resto de cafés de la industria, pasa a ser un commodity, y su precio se establece en el equilibrio de oferta y demanda de contratos futuros. La fluctuación del precio (es decir el movimiento de las curvas de oferta y demanda) se ve afectada por una serie tan numerosa de variables que son incontrolables. Por ejemplo, si hay una helada en Brasil los cafés de Sumatra suben de precio, y si hay un exceso de producción en Brasil los cafés de Sumatra bajaran su precio, en ambos casos sin el caficultor haber movido un solo dedo.
Lo que nos diferencia del resto de la industria del café mundial, es que en la especialidad transamos lotes pequeños con estándares mínimos de calidad, características organolépticas definidas, información del origen y trazabilidad, cuidado con el medio ambiente en la producción y transporte del café y comercio ético y directo. Y es acá donde se refleja la importancia de la transparencia de precios, porque es donde promovemos el comercio más ético y directo posible con el objetivo de beneficiar a la persona que más arduo trabajan en toda la cadena, los caficultores.
La transparencia de precios está directamente ligada al comercio ético y directo, donde el objetivo es poder establecer rangos mínimos de pago a los caficultores y poder fiscalizar su evolución a través del tiempo. La importancia de tener ambos datos publicar el precio, es poder ver cuando del dinero que pagamos por un Kg de café va al caficultor y cuanto se usa para el procesamiento y exportación.
Para nosotros, tal como venimos diciendo desde hace ya varios años, el objetivo es que todos los caficultores de África e Indonesia obtengan al menos 1 USD por Kg de cereza entregada a la estación de lavado. En países como Kenia ese objetivo está muy cerca de cumplirse, pero en países como Burundi ese objetivo parece inalcanzable.
Para aquellos que no saben, en promedio se necesitan 6 kg de cereza para producir 1 Kg de café verde, por ejemplo, en el caso de Kenia Karatina AB el precio pagado a cada caficultor fue de KSH101.15/kg cereza, el tipo de cambio es 108,76 KSH/USD, lo que nos da 0.93USD/Kg cereza, y esto multiplicado por 6 para calcular su valor por un Kg de café verde es 5.58USD/Kg de café verde.
Aun estamos trabajando en la mejor forma de ofrecer esta información, muchas veces es difícil conseguir el detalle de los precios pagados a los caficultores de manera exacta, pero intentamos ser lo más transparentes posibles con la información que disponemos.
Disfruta tu café de Kenia.