Pero el problema ahora es, cómo vamos a encontrar los excelentes cafés que se producen en las tierras altas más remotas de Kenia, si en algunas de esas zonas ni siquiera hay caminos? El sistema de subastas permitía concentrar y analizar en igualdad de condiciones en un solo lugar los mejores cafés que producía el país. Lo bueno del sistema era que los lotes de mejor calidad obtenían el mejor precio. Un sistema justo que fomentaba la competencia, el trabajo duro y el desarrollo. Pero tal vez toda esa idea de competencia, eficiencia y justicia se acabe pronto y tal vez tengamos que “refugiarnos” en un país vecino.
Por ahora, seguimos evaluando los nuevos lotes de Kenia y la eficiencia del nuevo sistema. Ten la seguridad de que le mantendremos plenamente informado de cualquier novedad.
¡Disfruta de tu café keniano!